Las Instituciones de Participación Ciudadana pueden contribuir a solventar la limitación para la democracia representativa de que la iniciativa legislativa resida en exclusiva en manos de quien ostenta la representación política. En este contexto, la Iniciativa de Agenda o Iniciativa Legislativa Popular de tipo indirecto, presente en numerosos ordenamientos constitucionales de América Latina y la UE, combina participación ciudadana con actividad parlamentaria, reforzando sin erosiones su conexión mutua. Se trata, sin embargo, de un mecanismo pendiente de múltiples análisis aun cuando la práctica pone de relieve resultados similares a los de los instrumentos de democracia directa, como el referéndum, hasta la fecha, objeto de mayor atención y estudio.