¿Gobernanza territorial en España? Leccionea aprendidas a propósito de la burbuja especulativa inmobilaria

Abstract:
El proceso de descentralización política producido en España ha modificado profunda¬mente la geografía del poder político, pero eso no implica necesariamente que hayan mejo¬rado los niveles de gobernanza territorial. La situación actual responde, salvo excepciones muy concretas de buenas prácticas, a la existencia de un nivel preocupante de segmentación en las políticas públicas y una fragmentación del mapa institucional que en el actual contexto hace muy difícil cualquier intento de superar el actual grado de complejidad y de debili¬dad institucional. En segundo lugar, muchas iniciativas todavía se inspiran en modelos y enfoques tradicionales, descoordinados, compartimentados y sectoriales. Se dificulta así la consolidación de un cambio en la orientación de las políticas públicas que incorpore nuevos elementos de buen gobierno del territorio. Se trata de un Estado con «textura federal» como afirma Luis Moreno, pero sin cultura federal. La mayor parte de Planes y Directrices se siguen elaborando en paralelo en cada esfera de gobierno, desde cada departamento de un mismo gobierno y desde cada gobierno local. La inercia y las culturas administrativas a veces se imponen a la realidad. Sin reparar en el hecho de que la proliferación unilateral de textos y planes no necesariamente han de suponer avan¬ces en la ordenación y gestión integrada de los territorios. Sean Planes o Estrategias Nacio¬nales o Directrices Territoriales, Planes Estratégicos regionales. En otros casos el alcance queda limitado a acuerdos entre algún actor político con actores sociales, pero el riesgo de caducidad de la iniciativa o el plan es alto porque depende exclusivamente del ciclo político. Gran parte de las competencias de ordenación del territorio residen en la escala regional, pero los diferentes departamentos de la administración central continúan elaborando Planes, Estrategias o Programas Nacionales con escasa preocupación pero clara incidencia territo¬rial. Las propias administraciones regionales acometen en ocasiones sus propios Planes y Programas sin recabar una coordinación y, en su caso, espacios de cooperación con otros niveles regionales y con la propia administración central del Estado que podrían ser necesa¬rios o muy convenientes, dado que también tienen asignadas funciones y competencias. La mayoría no han pasado de ser meros ejercicios de diagnóstico y documentos para ordenar información sin más trascendencia que la de aportar información valiosa y un catálogo de acciones estratégicas a impulsar. Por último, la mejora de la cooperación interregional, que ahora encuentra mayores posibilidades tras la reforma de Estatutos de Autonomía y que ya cuenta con algunas experiencias prometedoras sigue siendo también uno de nuestros retos geopolíticos más importantes para el futuro inmediato. Finalmente, en la escala local-regional la burbuja especulativa inmobilaria ha evidenciado aún más muchos de los déficit anteriormente señalados.
Área(s) temática(s):
Año:
2013
Tipo de publicación:
Paper/Extenso Congresos GIGAPP
Número:
466
Serie:
Congreso Intenacional en Gobierno, Administración y Políticas Públicas
Dirección:
Sede INAP. Madrid, España
Organización:
GIGAPP- IUIOG
Mes:
23-24 Sept.2013