La mortalidad infantil es un indicador de salud que refleja el nivel de desarrollo económico y social de un país, un fenómeno que manifiesta una apreciable insatisfacción de las necesidades básicas insatisfechas de salud materno-infantil, alimentación, educación y por la precariedad en las condiciones de vida y del inmediato entorno ambiental en el que se desarrollan los niños y niñas de este país.