El problema abordado en el presente trabajo, parte de aceptar dos presupuestos no exentos de polémica. En primer lugar, niega la pretendida neutralidad de la Nueva Gestión Pública (NGP) como estrategia de reforma de la Administración, observando en ésta una tendencia general hacia soluciones market friendly. En segundo término, reconoce, con la heterogeneidad propia del mosaico latinoamericano, un paulatino proceso de reposicionamiento del Estado y lo público, desde comienzo del siglo XXI.
Visto lo anterior llama la atención cómo, actuales gobiernos de corte progresista y con una lectura más positiva del rol del Estado, recurren no obstante a herramientas de modernización provenientes de esquemas que, como el de la NGP, poseen una orientación de corte mercantilistas y resultan desconfiadas del Estado. El objetivo de este trabajo es reflexionar sobre las razones y factores involucrados en la constante apelación a modelos de reforma de corte neoliberal en contextos políticos de fuerte cuestionamiento a la retórica neoliberal propiamente dicha. Al efecto, destacamos el papel de:
a) la inercia institucional; b) el isomorfismo, tanto coercitivo como mimético, y c) el uso de la NGP como “etiqueta legitimante”.