Probablemente por diferentes razones, democracias “consolidadas” como las europeas al igual que “jóvenes” democracias como las latinoamericanas, se enfrentan actualmente a un grave problema: la caída de la confianza en las instituciones y en los partidos políticos, y su traducción en una crisis de representación.
Frente a esto se vislumbran dos escenarios, por una lado, una parte importante de los electores optan por la abstención o por el voto castigo a causa de su desconfianza, lo cual incrementa la apatía política y desinterés/rechazo por lo público y lo político.
Por otro lado, se incrementan las protestas y emergen movimientos sociales que evidencian el malestar e indignación ciudadana, lo cual, impugnan el modo tradicional de hacer las cosas a la vez que van gestando nuevos espacios políticos. En este grupo de trabajo se busca reflexionar en tales temáticas a partir de dos ejes. Primero, la participación/intervención de las clases medias ascendentes o descendentes en tales escenarios. Segundo, los riesgos que para la gobernabilidad supone la desafección: disputa de la legitimidad de origen de los gobiernos, volatilidad de políticas públicas, riesgos de polarización social destituyente, aparición de candidatos extra-sistémicos, debilitamiento de normativo de las instituciones políticas y su reemplazo por instituciones que no garantizan la democracia, etc.