La evaluación de políticas públicas cumple algunas funciones clave en lo que debe ser la intervención de un moderno sector público en la economía: Legitima la intervención, aumenta la transparencia y hace efectiva la participación de los ciudadanos en el proceso de toma de decisiones. A la evaluación le corresponde la trascendental tarea de poner de manifiesto las implicaciones y consecuencias fundamentales de las políticas públicas en relación a los valores que constituyen el núcleo ético-político de la vida social, mostrando en qué medida son más o menos eficientes, suponen una distribución equitativa de riesgos y beneficios, son preferibles a sus alternativas, etc.
La crisis actual ha evidenciado, entre otras cuestiones, el papel central de "lo público" y una nueva gestión pública impulsada por una ciudadanía que reivindica que se haga el mejor uso posible de sus recursos junto a la participación en las decisiones sobre el mismo. Ambas son las vías por las que circula el "tren" de la cultura de la evaluación de las políticas públicas. Reflexionar y favorecer el debate sobre el diseño de la evaluación; la participación de los agentes implicados en la política; las técnicas más útiles en cada caso en aras a evidenciar su utilidad para abundar en la transparencia que exige la "nueva gestión pública" en su misión de aproximarse a la ciudadanía. Estos son los objetivos de este Grupo de Trabajo.