El trabajo parte de una revisión de la literatura sobre exclusión social. Se argumenta que la combinación de instituciones estatales, de mercado o comunitarias/familiares, que conforman los regímenes de bienestar en América Latina, son claves a la hora de generar o mitigar la exclusión social. La insuficiencia de las políticas sociales públicas empujan las personas y los hogares a promover su propio bienestar por medio del trabajo familiar no remunerado o de la contratación de servicios privados en el mercado. El acceso al mismo está condicionado a los recursos económicos disponibles, lo que deriva en una estratificación de las estrategias de bienestar y una segmentación de los servicios sociales. Ya que esos recursos se obtienen del mercado laboral o de transferencias públicas, el estudio de ambos aspectos es fundamental a la hora de analizar la exclusión social en la región.