2-019-2012

En los últimos años, el concepto de gobierno abierto se ha extendido con fuerza y se ha instalado en la agenda política mundial de manera sorprendente. Sin embargo, se trata de una idea y un modelo en fase de construcción cuya ambigüedad y falta de definición consensuada puede perjudicar significativamente las potencialidades que se le atribuyen, como nuevo paradigma que permita construir capacidades para asumir adecuadamente los desafíos del siglo XXI, sobre la base de llevar a la práctica los principios de la transparencia y apertura, la participación y la rendición de cuentas en los asuntos públicos. El artículo discute los orígenes y alcances del concepto y propone una definición operacional. Además, y tomando el caso de la recientemente creada “Alianza para el Gobierno Abierto” (Open Government Partnership - OGP), se propone un marco de referencia para evaluar los planes de acción que los países latinoamericanos han comprometido al incorporarse a dicha iniciativa. En esta perspectiva, el análisis comparado de los planes de acción permite extraer lecciones y aprendizajes que pueden contribuir a potenciar y consolidar los esfuerzos por “abrir” los gobiernos en la región, desde una visión ligada al concepto de gobernanza abierta y colaborativa. Finalmente, se reflexiona sobre la posibilidad que bajo la etiqueta del gobierno abierto se promueva una nueva agenda de reforma del Estado y modernización de la gestión pública para los próximos años en Latinoamérica. 

Publicado: 2012-11-16