Prácticas de innovación en la incubación de negocios inclusivos: co-alineación estratégica del impulso privado y de la efectividad de la política pública.

Abstract:

La política pública debe ser ágil y pertinente a la necesidad de un país. En el caso del sector productivo, por la globalización y porque los negocios son rápidos, muchas veces, la política pública no resulta ser ni oportuna ni pertinente a la cambiante dinámica de negocios. Ecuador apoya a las MiPyMEs, que representan poco más del 90% de la fuerza productiva del país, aportan 3 de 4 trabajadores a la fuerza de trabajo, pero han sido dependientes de los proyectos del gobierno. La baja del precio del petróleo (Ecuador es país exportador) y el terremoto de Abril del 2016, generó un escenario de crisis para las MiPyMEs, con un efecto sistémico en la economía del país, la productividad y el empleo. Ecuador ha promovido la asociatividad empresarial, y con más énfasis en los últimos años pues se observó que era clave para el desarrollo de MiPyMEs. Pero la asociatividad es un proceso lento de constitución y puesta en marcha y el país no puede esperar los largos plazos que diversas experiencias y metodologías reportan. Esta comunicación presenta el caso de generación de consorcios inclusivos en la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (CAPEIPI), quien junto a la Vicepresidencia del país, y con financiación CAF, desarrollaron un proyecto que permitió constituir y poner en marcha en 6 meses, 3 consorcios (aglutinando 50 empresas) inclusivos asociativos con capacidad de comercialización nacional e internacional y sin dependencia del estado. A los 4 meses de terminado el proyecto, los consorcios han definido ya sus propias líneas de negocio y están articulando acciones para, colaborativamente, en términos productivos y financieros, se concreten negocios. Se aplicaron 3 prácticas de innovación: construcción de confianza y cercanía, transparencia en el proceso de asociación, y un proceso ágil, inclusivo y colaborativo, que fueron diseñadas a partir de la revisión de experiencias internacionales y un profundo conocimiento de la realidad productiva del país. Esto permitió, aprovechar e integrar tanto el impulso del sector privado, como la necesidad de diseñar y poner en marcha una política pública impulsora de nuevos, emprendimientos e innovaciones, además de ágil y coherente con futuras estrategias privadas y públicas. A nivel privado se consiguió un motor de generación de negocios con visión nacional e internacional y no dependiente de proyectos gubernamentales, y a nivel público se propuso una política pública con sus instrumentos conceptuales y de despliegue y articulación gubernamental coherentes con el desarrollo económico esperado. Se pudo constatar que la innovación aplicada con visión estratégica, permite introducirla en el diseño ágil y pertinente y en el quid de la política pública, y al mismo tiempo en la forma de hacer negocios inclusivos en las MiPyMEs.

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